La negación del Visado Schengen puede deberse a decenas de factores. Son situaciones que pueden deberse a un error por parte del solicitando, algún apartado que no quedó del todo claro, o simplemente que no se completó la casilla adecuada.
Cuando la solicitud de la Visa Schengen es rechazada esto ocasiona un gran malestar en el solicitante, especialmente cuando las razones por las que ésta es rechazada no están claras, o simplemente no se explica son la suficiente claridad.
Esto puede representar un gran problema, puesto que al solicitante se le rechaza su visa pero no queda bien explicado el motivo, y en este caso tampoco se sabe cómo gestionar la apelación para reconducir la situación.
Si al solicitante se le expone claramente el fallo de su aplicación, aunque ésta haya sido rechazada, sabrá exactamente qué es lo que está mal para poder solventarlo en una nueva solicitud de apelación.
Pero si al solicitante le responden en términos superfluos sin decir con claridad dónde está el error, por el que deniegan su visa, aquí la cosa se complica.
A veces es el propio solicitante el que ha de armarse de paciencia y descifrar en qué momento de su solicitud ha podido cometer un error, o si le faltó algún campo para completar.
Los solicitante a menudo revisan con detalle su solicitud, pero al no encontrar algo que indique que está mal, es cuando no saben qué más pueden hacer para solucionarlo.
Tal vez el problema está en el pasaporte
A veces el problema no está directamente relacionado con el formulario de visa, sino con la información que se traslada del pasaporte al formulario.
Si el pasaporte tiene un error, ese error se traslada al formulario, y por tanto al detectarse ese error la solicitud será denegada.
Un problema bastante común es tener el pasaporte con menos de 3 meses de vigencia para su caducidad.
Esto es muy importante, porque aunque el pasaporte esté en vigor será denegada la solicitud de visa Schengen por encontrarse próximo a caducar.
Pongamos un ejemplo;
El solicitando marca como fecha para su viaje a España del 25 de agosto al 15 de septiembre, es decir unos 20 días.
Ahora bien, aunque el solicitante tiene el pasaporte en vigor, éste es válido hasta el 10 de octubre.
En principio no parece hacer ningún problema con esto, puesto que su regreso está fijado para el 15 de septiembre, y su pasaporte caduca el 1 de octubre.
En este ejemplo al solicitante le denegará su visa puesto que su pasaporte no le quedan al menos 3 meses para que caduque desde su fecha de salida.
La agencia de visado o consulado no notifican esta razón de rechazo
Por tanto el problema está en que cuando la visa es rechazada debido a que el pasaporte no tiene esos 3 meses como mínimo para que caduque, esto no es notificado al solicitante, de modo que el desconcierto es total por no saber la razón de la denegación, y por tanto tampoco saber cómo proceder con la apelación.
Sería más sencillo sin en la denegación se incluyera una nota advirtiendo esta situación de próxima caducidad en el pasaporte, sin embargo por alguna razón esto queda obviado y el solicitante debe llegar a esta conclusión por su cuenta.
Renovar pasaporte y apelación
Una vez se es consciente de que el problema está en que el pasaporte está «próximo» a caducar, el solicitante debe pedir cita para renovarlo, algo que puede hacer el mismo día de la cita, es decir, no necesita acudir primero un día y regresar en otro momento.
Ahora bien, el mayor problema es conseguir una nueva cita para el recurso de apelación, y por tanto volver a pagar (en caso de haber acudido a una agencia que gestiona los visados) y esperar respuesta de varias semanas, algo que puede prolongarse en el verano que es cuando la gente más viaja.